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29 marzo, 2014

Iñaki Whistlereando


Este es para mi. La verdad es que me lo estoy pasando muy bien con mi tabla nueva, y yo que pensaba que iba a venderla en un par de meses.

Tenía mis dudas después de partirme la jeta en Mexico (entrada de noviembre de 2013), y mis dudas se hicieron realidad cuando vi que, o me compraba un casco o pronto tendría que pasar por otro TAC. ¡Voy volando!. Ya decididamente he aparcado los skies para siempre y me he pasado a la tabla.



















Las cosas de Whistler. Cae tanta nieve que por la tarde cuando aún estábamos haciendo la última bajada escuchas las explosiones controladas para provocar avalanchas. Ver carteles como este impresionan, ¡y mucho!.



28 marzo, 2014

Excursioneando por British Columbia

A mi parecer, lo mejor que tiene Vancouver son sus alrededores. La ciudad, como ciudad en sí, es bastante simplona a excepción de Stanley Park que es maravilloso. El gran atractivo de Vancouver es su localización. Los lugares que puedes encontrar a su alrededor, las actividades que puedes hacer, la naturaleza como protagonista, pueblecitos pesqueros en pequeñas calas, estaciones de ski sobre el mar, islas solo accesibles por mar en los fiordos con casas increíbles,...

Pues os pongo algunas fotitos de estos lugares que he visitado.

Horseshoe Bay. Precioso lugar repleto de calas. El inicio del "fiordo" que lleva hasta Squamish camino de Whistler. Fue asomarnos a una cala y ver una familia de delfines, alzar la cabeza y un águila calva en la copa de un árbol. Parece ser que es paso habitual de orcas.


Deep Cove. El brazo de mar que entra en Vancouver downtown y lo rodea por el norte llega hasta Deep Cove donde empieza otro "fiordo" llamado Indian Arm. Deep Cove es una aldea marinera con un encanto increíble. No deja de ser un barrio a 25' de Stanley Park, pero es como teletransportarse al pueblo de Jessica Fletcher.



















Indian Arm. Saliendo de Deep Cove hacia el norte y por carreteras rodeadas por un bosque tan espeso que apenas entra la luz, se puede ir orillando este "fiordo" y encontrar lugares maravillosos que parecen incomunicados donde la gente vive en unas casas de ensueño. La carretera termina pronto y el resto de casas y comunicación sólo es accesible por mar.




Los lagos helados, glaciares, valles alrededor de Whistler. Es una pena la limitación de la carretera. Abro Google Earth y veo las montañas que hay entre la carretera y el mar y sólo pienso en que tengo que sacarme el carnet de piloto (algún día...).
Ya hay fotos de estos lugares en verano en 2006. Y algunas de este año casi repetitivas, pero no me puedo resistir a poner más.







Lo que hay que tener siempre en cuenta cuando vienes a estos lugares es que el dominio total y absoluto lo tiene la naturaleza. Aquí hay osos que despiertan hambrientos de todo un invierno, los lagos empiezan a perder el grosor del hielo, la nieve acumulada es enorme y las temperaturas no tan bajas pueden provocar avalanchas. Y lo que nunca nunca nunca cambiará, será que yo me pase por el Decathlon a disfrazarme de vasco (¡no se me ofendan!) que va de turismo a NY... Ni tanto ni tan calvo!. Si vais al link de vídeos y veis el fabuloso video de Aventura en la Patagonia veréis de que manera subimos Chodri y yo a las Torres del Paine (vaqueros, pumas de discoteca, bolsas de carrefour como guantes,...). Nada cambia con la edad...







25 marzo, 2014

Whistler 2014

¡De vuelta a Whistler!. Ya en 2006 publiqué mis primeras experiencias en Whistler en las que se incluyen encuentros con osos. Las podéis ver si veis las entradas de mayo y junio de 2006.


Whistler está igual. Un par de anillos olímpicos por la celebración de las olimpiadas en 2010, y poco más. Tampoco necesita mucho, es espectacular. En un valle envuelto por las dos montañas donde se encuentran las pistas del terreno esquiable  más importante de Norteamérica está un pueblecito construido al estilo Alpino. Lleno de restaurantes y terrazas en madera, chimeneas para disfrutar del Apres Ski, todos los hoteles con sus piscinas y jacuzzis climatizados al aire libre donde darte un baño mientras te nieva sobre la cabeza. Y el encanto durante la primavera y verano de cruzarte un oso negro por el mismo centro del pueblo.




















De camino a Whistler los paisajes son espectaculares. Ver estás montañas gigantes que nacen a 0 metros sobre los brazos de mar que configuran está costa, y como están coronadas por glaciares y nieves perpetuas, hacen que te restriegues los ojos y lamentas que la fotografía no refleje realmente lo que estás viendo. Paramos en Shannon Falls, que también podéis verlo en junio de 2006. Y espero, si el tiempo lo permite, poder colgar más fotos de alguna excursión que hagamos por aquí estos días.


22 marzo, 2014

Un par de días en el Fairmont

No puedo más. No soporto seguir compartiendo los pelos de mi querida compañera asiática, ni el olor a grasa de coco con la que cocina Mr Escroto, ni la mierda que está empezando a invadirnos. Creo que en este momento el único lugar sin contaminar de la casa es mi cuarto.
Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que Marta está aquí, nos vamos al Fairmont!


El Fairmont es uno de esos hoteles con aroma a lujo clásico en el edifico más simbólico de la ciudad en los que se cuida hasta el último detalle. Es justo lo que necesito para no decepcionar a todos aquellos que me acusan de fifí, sibarita, vividor,...

Y por supuesto, nada de habitaciones standard. Pedazo de suite, una tarta exquisita de regalo de bienvenida, y un chico mexicano a cantarnos cuando portaba la tarta...esto último no he terminado de entenderlo.
















Luego, y como colofón a tan exuberante momento, descorche de un vinito del Bierzo, un poquito de jamón ibérico del que ha traído Marta, terrina de campiña, un queso regulín comprado aquí y un par de gin tonics bien servidos.




21 marzo, 2014

Disfrutando del primer día de la primavera


Kike nos ha dejado estrenar las nuevas bicis y hemos decidido ir a desayunar a Stanley Park, dar una vuelta por English Bay, ver a los Totems,... en fin, disfrutar de un día de sol.

















La verdad es que por muy apetecible que parezcan, los muffins, Cinammon rolls, y demás cochinadas extra de azúcar americanas, no son lo mío. No confundir con las tartas, ahí ya dije que son unos genios. Pero a Marta, le fascinan!. En este caso Cinammon Roll con cobertura de queso.


Los totems de Stanley son sobre todo turísticos, pero molan. No se quien era más tótem, los de madera, o el chico que nos hizo la foto incapaz de encuadrarla.

Lions Bridge... ¡Dame una X!


Y por último alguna foto en la playa en English Bay






20 marzo, 2014

Marta Tomba esquiando sobre English Bay


Marta tenía ganas de conocer Grouse y la verdad es que parece que Grouse tenía ganas de conocer a Marta porque nos hizo un día maravilloso.

Como ya os he contado, y aburrido, cien veces acerca de esta estación, sólo pondré algunas fotitos para que disfrutéis del día que nos hizo.















18 marzo, 2014

Iñaki y Marta en America!

Ya está aquí!. Ya llegó!. Ahora es cuando empieza a molar Vancouver!



Marta ha llegado como los Reyes Magos, con Jamón Ibérico, Tagonius y Dehesa de la Granja!. Se me saltan las lágrimas, pero voy a hacer un esfuerzo y reservarlo para Whistler. No me fío de la china ni de Mr. Escroto, como lo prueben me lo esquilman.

Paseito de rigor para que refresque la memoria de como es la ciudad, el tiempo es bastante mejor que cuando vinimos en 2008 y lo vamos a poder disfrutar bastante más.









10 marzo, 2014

Viaje al inhóspito norte. 108 Mile Ranch

Me han ofrecido trabajo de Chef a casi 600km al norte de Vancouver, en un lugar llamado 108 Mile Ranch. Las únicas referencias que tengo son que es un lago idílico en verano donde la gente va de vacaciones a disfrutar de la pesca, de los paisajes, de deportes acuáticos, y que durante otros 6 meses al año está cubierto de nieve y el restaurante sigue funcionando básicamente para la gente del lugar y para algunos que se atreven a conducir hasta allí para tener algún fin de semana romántico.
La idea de que sea "nuestro Cicely" me ha atraído, y tengo que comprobar como es.


El camino no va a ser fácil. La semana entera ha estado nevando en todo el oeste de Canadá, y con temperaturas de entré -11° y -19° por la zona de la South Cariboo Highway (el camino que lleva al lago). Lo mejor es que alquilara un coche grande, y me han dado un ¡tanque!. Dodge Durango, tracción total, 3 filas de asientos, y siento que voy más alto con en un autobús. Para llegar tengo que cruzar Coastal Mountains por Whistler, Pemberton y Lillooet. Todo el paisaje está increíblemente nevado y helado, excepto, y extrañamente, Lillooet donde es una pena que no se pueda apreciar en la foto el color turquesa de su lago, pero hoy la luz no era muy propicia.

La primera parada técnica para el desayuno es en Squamish. Aquí ya se deja atrás el mar,...y el hambre!






La foto de arriba es uno de los lagos de Whistler, mientras que las dos de abajo son Joffre Lake. Si miráis los archivos de junio de 2006 podréis verlos como son en verano.






Llegando a Pemberton cerca de las vías del Rocky Mountaineer. 

Y las fotos que ahora siguen son Duffey Lake, que también se puede ver en verano en archivos junio 2006.










Una vez se bajan las montañas se llega a Lillooet, que curiosamente apenas está nevado. 





Una pequeña parada imprevista para no faltar a la tradición. El Agente Anderson cuestionaba el funcionamiento de mi velocímetro, pero estos canadienses son tan friendly que la primera es de aviso y a la segunda, te la clavan!. 

Después de las montañas y de mi conversación con el Agente. ya sólo es hacer km de estepa completamente blanca, pero las condiciones de temperatura y carretera son perfectas. Apenas hay lugares habitados y los que lo están, son lugares de paso con ningún atractivo. 108 Mile Ranch no lo recuerdo de mi primer viaje al norte, sólo sé que allí no sería lugar para vivir (es básicamente casas alrededor del lago), y el lugar que tengo que investigar está unos km antes, 100 Mile House, el pueblo donde viviríamos. ¿Será igual de poco atractivo?.

Lo primero es pasar de largo el pueblo para llegar al lago, ver como es, ver el restaurante, y ver si realmente no hay nada y la vida se hace de todas todas, en 100 Mile House. 

Efectivamente 108 Mile Ranch es precioso. Un lago helado rodeado de abetos y cedros, y las casas entre los árboles todas con las chimeneas funcionando a toda pastilla. Pero también es cierto que sólo están casas, sin ningún comercio ni servicio público. La vida se hace 8 millas atrás. El restaurante es de madera, a orilla del lago, con una escalera que parece que baja a un embarcadero enterrado.


El restaurante me ha dejado un poco frío. El lugar es cierto que es idílico, pero lo he visto muy cerrado y muy cerca de la carretera. Demasiado de carretera. Me asomo por las ventanas, pues está cerrado, y es muy muy básico. Mal empezamos. Me asomo a la cocina, y sólo puedo pensar "esto lo cambio de arriba a abajo".

Pero que lugar tan bonito. En verano debe ser increíble.



No he querido adelantar que al pasar por 100 Mile House había a ambos lados de la carretera 2 supermercados grandes, 2 hoteles y unos 4 moteles, un hospital, 3 gasolineras, y un bar bastante chulo. Por lo que el pueblo tiene que estar bien. 



Bueno,... El pueblo es la carretera.... Es decir, detrás de ambos lados de la carretera hay 4 casas feas, y poco más. El pueblo es la Cariboo Hwy. Un lugar de paso, apeadero de Greyhound y el lugar donde viene a comprar la gente que vive aquí. Yo me esperaba muy poco, quizá una sola calle donde hubiera 4 comercios, el ayuntamiento y la iglesia, el bar y una pensión. Pero que fuera un pueblo, no un lugar donde pasan volando los camiones en convoy. ¡Que decepción!.

Hoy supuestamente no era buen día para venir "porque había torneo de Hockey, y no iba a haber alojamiento". Eso fue lo que me dijo el dueño del restaurante. Al menos sí encuentro donde dormir esto estará animado.... Todos los hoteles casi vacíos. Y en el bar-grill de la carretera, muy chulo, por cierto, con capacidad para bastante gente, las únicas personas que había eran unos infelices trabajadores del aserradero jugando al billar. Realmente el infeliz era yo.



Adiós 108 Mile Ranch.