Lo primero que hay que hacer al llegar a Querétaro es sentir el aliento de toda España aquella madrugada de verano de 1986 en la que a Butragueño le cascó cuatro chicharritos a la Dinamarca de Laudrup durante el Mundial de México. 5-1 Toma, toma, toma!
Joder, se me ponen los pelos de punta.
Quien llega a México DF no puede imaginar que pueda existir vida más allá de esa paranoica ciudad, y sin embargo, en estas ciudades, como en Puebla, Oaxaca o Guadalajara, prima el buen gusto, las calles limpias y ordenadas, y sobre todo un reconfortable viaje de vuelta a España.
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