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01 abril, 2015

¡Harry Sasson!

Nos había comentado ya mucha gente que teníamos que ir a conocer el mejor restaurante de Bogotá, Harry Sasson, pero si un crack como Pedro, excompañero en Santceloni, te dice que es indispensable, vas sin pensarlo.


Harry Sasson nos sorprendió primero por el local, un espectacular chalet con un jardín frontal muy anglo y un estilo donde se mezcla un estilo victoriano imponente con una estructura de cristal que le da una iluminación fantástica. Pero que narices, hemos venido a comer.

La carta es larga pero no excesiva para como son a este lado del océano. Combina platos muy desarrollados con una parrilla de carnes nada significativa pero imagino que de gran calidad. Aunque no hemos venido a comer un Filete Mignon.

Me sorprende la cantidad de platos que tienen al wok. No me interesa. Tampoco hemos venido a comer arroz salteado con langostinos jumbo. Aunque he de reconocer que me tentó, y es que traía más hambre que el perro del afilador.

Pedimos de entrante un Carpaccio de mero, langosta y salmón, que combinaba la marinada de cítricos con un pesto muy ligero. Estaba espectacular.




Luego Marta pidió unos Scallops (carne de Vieira en España) sobre una reducción de fumet con cítricos, y guarnición de pistachos y frutas cítricas. Muy buenos,....peeeero... demasiada reducción que hacia que se pasara de sabroso, y luego lo de siempre en Latinoamérica, un puntito pasado de cocción la carne de Vieira, pero eso es una lucha perdida.


Yo pedí Ossobuco con una base de puré de patata al pesto. Espectacular. Tuve la oportunidad de ver la cocina y vi los hornos de vapor por lo que supongo que estaba cocinado al vacío y el punto era perfecto. Cantidad muy abundante.


De postre un Coulant de chocolate con una quenelle de helado de yogur de cerezas. El plato demasiado caliente por lo que la quenelle en cuestión de minutos era un charco. Así que lo devoramos a toda prisa. Muy rico, pero lo del plato ardiendo y el helado no moló.


El precio de risa teniendo en cuenta que estábamos en el número 1 de Bogotá y que bebimos vino (que en Colombia es prohibitivo) y unas cervezas de aperitivo. No llegó a 100€ por los dos.

Os dejo un video de la cocina, completamente vista al comedor.


1 comentario:

antoñito carretero dijo...

Hola, sobris, que gustazo el volver a leer vuestras aventuras, la laguna es preciosa( he copiado las fotos, para mi albun particular) y la cocina es impresionante, nosotros hemos estado en Zamora viendo todo el romanico que tienen y desde alli nos acercamos a Oporto, todo precioso y por libres, sin excursión concertada, es precioso, cada vez nos gusta mas Portugal y ademas salvo el gasoil todo baratisimo, me traje vino verde y de Oporto, y acabamos de llegar, Un beso fuerte y continuar TRABAJANDO y sobre todo disfrutando, que no todos saben hacerlo